Las condiciones de pobreza extrema afectan a millones de familias mexicanas, quienes por su situación se ven obligadas a vivir con pisos de tierra y construcciones en su mayoría hechas con desechos, en sitios sin planeación alguna que a la vez los obligan a vivir con los inconvenientes de estar lejos de sus trabajos, de instituciones educativas y de centros de salud.
En respuesta a estas necesidades y con el fin de incentivar una mejor planeación urbana, las instituciones gubernamentales como la CONAVI y la FONHAPO tienen programas diseñados al apoyo de familias con escasos recursos, para que tengan acceso a una mejor calidad de vida.
A través de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (SEDATU), se dan apoyos a personas que perciban debajo de los cinco salarios mínimos, ofreciendo proyectos de vivienda combinada con tecnologías sustentables que aprovechan las condiciones de cada región de la República Mexicana.
Por medio de la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) y del Fideicomiso Fondo Nacional de Habitaciones Populares (FONHAPO), se están facilitando apoyos para que familias que deseen construir su casa o hacerle mejoras a una construcción existente, como ampliaciones o agregar los servicios básicos de luz, agua y saneamiento, puedan hacerlo. Los recursos ofrecidos por proyecto están entre los 55 a los 77 mil pesos.
Los proyectos que se están desarrollando y aprobando a la fecha son los que se adhieren a las características postuladas en la Política Nacional de Vivienda, que no sean menores a los 50 metros cuadrados y que saquen provecho de tecnologías sustentables para que se puedan tener ahorros en agua, luz, gas, y que se refleje en una mejor economía familiar.
Además de esto, los proyectos son diseñados de acuerdo a planes que tengan espacios definidos, con al menos dos áreas de recámara para evitar el hacinamiento y el riesgo de violencia intrafamiliar.
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