La Escasez de Agua Afecta la Calidad y el Costo de los Materiales de Construcción en México

La economía mexicana ha mostrado signos de recuperación, pero aún enfrenta desafíos significativos.

La construcción, un sector clave, ha sido particularmente afectada por la volatilidad de los precios de los materiales, exacerbada por la escasez de agua que impacta tanto la disponibilidad como el costo de producción de materiales esenciales como el cemento y el acero.

Impacto en la Construcción

La industria de la construcción en México, que había comenzado a mostrar signos de recuperación tras los desafíos económicos de años anteriores, enfrenta ahora un obstáculo inesperado: la escasez de agua.

Este fenómeno ha provocado un aumento en los costos de producción de materiales de construcción como el concreto y el acero, que requieren grandes cantidades de agua para su fabricación.

Como resultado, los precios de estos materiales han subido, lo que se traduce en un incremento en los costos finales para los consumidores y promotores inmobiliarios.

La situación se ve agravada por la infraestructura hídrica deficiente del país, que ha llevado a pérdidas significativas de agua potable, exacerbando aún más la crisis.

Además, la construcción depende de la disponibilidad de agua no solo para la producción de materiales, sino también para otros procesos esenciales en el sitio de construcción, como la preparación del terreno y el curado del concreto.

La escasez de agua también ha impactado en la planeación y viabilidad de proyectos futuros.

Los desarrolladores ahora deben considerar la disponibilidad de recursos hídricos al planificar nuevas construcciones, lo que puede limitar la expansión en ciertas áreas o requerir inversiones adicionales en sistemas de reciclaje y reutilización de agua.

La Crisis del Agua en 2024

En 2024, México se encuentra en medio de una de las crisis hídricas más severas de su historia. La disponibilidad de agua ha disminuido alarmantemente, con más del 61.5% del territorio nacional experimentando algún grado de sequía.

Esta situación crítica se ve reflejada en el estado de las presas del país, muchas de las cuales operan a menos del 50% de su capacidad, poniendo en riesgo el suministro de agua para millones de habitantes.

La crisis no solo amenaza la sostenibilidad ambiental, sino que también tiene un impacto directo en la economía y, en particular, en la industria de la construcción.

La producción de materiales como el concreto y el acero, que son fundamentales para la construcción y requieren cantidades significativas de agua, está en peligro.

Esto podría llevar a una escasez de materiales y a un aumento en los costos, afectando la viabilidad de proyectos de construcción y el desarrollo económico del país.

Además, la infraestructura hídrica deficiente contribuye a la crisis, con casi la mitad del agua potable perdiéndose debido a fugas en el sistema.

La Ciudad de México, por ejemplo, podría mitigar parte de esta crisis aplicando modelos computacionales y tecnologías como la inteligencia artificial para mejorar la gestión del agua.

El cambio climático y la gestión inadecuada de los recursos hídricos han exacerbado la situación, llevando a México a un punto crítico donde la acción inmediata es esencial para asegurar un futuro sostenible.

La crisis actual subraya la necesidad urgente de adoptar medidas proactivas y sostenibles en la gestión del agua, tanto a nivel local como nacional.

Pérdidas por Infraestructura Deficiente

La infraestructura hídrica de México se enfrenta a una crisis debido a su incapacidad para conservar y gestionar eficientemente el agua potable.

Se estima que más del 40% del agua se pierde a causa de fugas en sistemas de distribución anticuados y mal mantenidos.

Esta situación se agrava por la falta de inversión en modernización y mantenimiento, lo que resulta en una pérdida significativa de un recurso ya de por sí escaso.

La inversión en tecnologías de reciclaje y reutilización de agua se ha convertido en una necesidad imperiosa.

Sistemas como el tratamiento de aguas grises, la recolección de aguas pluviales y la reutilización de aguas residuales tratadas son esenciales para mitigar las pérdidas y asegurar la disponibilidad de agua para la industria de la construcción.

Estas tecnologías no solo proporcionan una fuente alternativa de agua, sino que también promueven la sostenibilidad y la eficiencia en el uso de los recursos hídricos.

Además, la implementación de sistemas de riego tecnificados y la modernización de la infraestructura existente podrían reducir significativamente el desperdicio de agua en la agricultura, que actualmente consume alrededor del 70% del agua disponible en México.

La adopción de estas medidas es crucial para prevenir futuras pérdidas y garantizar la seguridad hídrica, lo que a su vez permitirá la continuidad de las operaciones en sectores críticos como la construcción.

Riesgos para la Construcción Industrial

El sector de la construcción industrial en México ha experimentado un crecimiento robusto, con un incremento significativo en el desarrollo de nuevos espacios industriales.

Sin embargo, este progreso se ve amenazado por la severa escasez de agua que afecta al país. La crisis hídrica actual podría restringir gravemente la expansión del sector, particularmente en regiones que ya sufren de estrés hídrico.

La construcción de espacio industrial ha ascendido a 5.7 millones de metros cuadrados al cierre de febrero de 2024, reflejando un aumento del 12% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

A pesar de este crecimiento, expertos advierten que la falta de agua representa un riesgo significativo para el sector, especialmente durante el “boom” del nearshoring, el fenómeno de relocalización de empresas.

Ante esta realidad, es imperativo que la industria adopte prácticas sostenibles y tecnologías eficientes en el uso del agua.

La implementación de plantas de tratamiento de agua y sistemas de reciclaje son pasos esenciales para mitigar los impactos económicos y ambientales de la crisis hídrica.

Estas medidas no solo ayudarán a conservar el recurso vital sino que también asegurarán la viabilidad a largo plazo de los proyectos industriales.

La situación demanda una respuesta proactiva tanto de las empresas como de las autoridades.

Las certificaciones como LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) se están volviendo más exigentes en términos de capacidad energética e hídrica, lo que subraya la necesidad de reducir el impacto ambiental en las regiones donde se ubican los proyectos industriales.