La calidad del agua en tu casa o edificio depende del mantenimiento periódico que se le dé al contenedor donde se almacena. Limpieza regular hará que esté libre de tierra, sedimentos y otras impurezas.
A continuación tienes los pasos básicos para el correcto mantenimiento de tinacos y cisternas:
1. Drenar todo el líquido. Según el tamaño, puede haber espacio suficiente para ingresar al interior; la llave de paso se mantendrá cerrada hasta concluir con el proceso.
2. Apagar el interruptor que lleva electricidad a la bomba de agua.
3. Se retira el flotador y la varilla para facilitar la maniobra de limpieza.
4. Tallar las paredes internas, inicialmente con agua y una escoba de tipo cepillo, preferentemente nueva, poniendo atención a uniones de paredes y piso. No debe usarse detergente.
5. Ingresar al interior del tanque, habiendo remojado previamente los zapatos en cloro, para sacar el agua sucia con trapo y cubeta.
6. Se enjuaga el interior del tanque con agua limpia, sacando después toda el agua utilizada con trapo y cubetas limpios.
7. Para la desinfección:
a)se vierten tres tapas de cloro a una cubeta con agua limpia, cubriendo nuestra boca y nariz con un trapo húmedo para evitar respirar los vapores del cloro.
b)con la solución de cloro en agua, tallar piso, paredes y techo del tanque, evitando estar en el interior del tanque por más de 10 minutos.
c)se deja la solución durante 20-30 minutos para que se impregne y después se enjuaga con agua limpia, retirando después el agua con trapo y cubeta limpios.
8. Se regresan varilla y flotador a su posición original, se abre de nuevo la llave de paso para el agua y se enciende de nuevo el interruptor para la bomba del agua.
La Secretaría de Salud nos recomienda que hagamos esta limpieza cada seis meses, para mantener nuestros tinacos y cisternas en óptimas condiciones.
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